Tiene tiempo que no escribo y me parece interesante escribir sobre un tema que me apasiona, la revolución, acostumbro enterarme y emocionarme cuando caen regímenes dictatoriales, el siguiente escrito lo realizo como una mera reseña de los acontecimientos recientes.
El 17 de diciembre de 2010, Mohamed Bouazizi de 26 años, licenciado en informática que vendía verduras en un puesto en la ciudad de Sidi Bouzid, en Túnez, se prende fuego como protesta porque las autoridades le cierran su negocio. Su protesta proyecta el malestar de todo el país y se convierte en la chispa que terminaría con el régimen de 23 años del presidente Zine El Abidine Ben Ali. Después de varios días de manifestaciones populares Ben Ali deja el poder y abandona Túnez el 14 de enero de 2011.
Poco después en Egipto otra dictadura caería se trataba del gobierno de Hosni Mubarak quien tenia desde 1981 en el cargo de presidente, la gente salio a las calles e inundo por días enteros la plaza Tahrir de El Cairo, para protestar por las recientes reformas y demandaban su salida, en su mayoría los que protestaban eran jovenes. Mubarak dimite en febrero y se nombra una junta militar para gobernar.
Estas dos revueltas terminan con la caída de los dictadores, con lamentables perdidas humanas, pero con poblaciones triunfantes que esperemos tomen las riendas de sus futuros.
Lo que se puede advertir como un punto de contagio entre estas revoluciones sociales son las redes de comunicación masiva, lo que origina que cada vez mas países se llenen de este animo de lucha por ejercer sus derechos.
Pero este proceso no se dio así en todas partes, la población en Libia tiene un ingreso percapita alto por sus grandes ventas de petroleo, lo que no se ve reflejado en el ejercicio de sus derechos. Los ciudadanos libios se contagiaron también del animo revolucionario de la región pero su dictador no es una persona que ceda con facilidad, y si para permanecer en el poder es necesario utilizar a la milicia entera y acabar con buena parte de la gente, lo hará y lo hace. Esta resistencia a dejar el poder, por parte del presidente Muammar Gaddafi trajo como consecuencia genocidios donde se utiliza la gran capacidad de ataque aéreo contra las fuerzas de liberación, lo que llevo que a mediados de marzo de este año al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a aprobar una zona de exclusión aérea. La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en recientes fechas bombardea las ciudades libias de Trípoli, Aziziyeh y Sirte donde se encuentran las bases de Gaddafi, pero ese régimen no cae y la resistencia sigue, lo único malo del apoyo internacional es que seguramente estará condicionado.
La zona como he mencionado se encuentra contagiada de movimientos civiles que buscan cambios y eso se refleja en Siria y en Yemen. Pero como en todo proceso estos últimos necesitaran madurar sus revoluciones.
Referencias:
