The Keene Act de 1977 es la ley que prohíbe las mascaras, las capas, los dispositivos, las armas experimentales y los vehículos no autorizados. Es una ley promovida por un Senador ficticio en una Norteamerica hipotética que venció en Vietnam y que re-eligío por quinta ocasión a Nixon.
Esta ley dejaba de dar soporte a los héroes combatientes de Vietnam, ya que se habían vuelto tan perversos como la sociedad misma.
Esta es la historia hipotética de Alan Moore y Dave Gibbons en el cómic de DC de nombre Whatchmen. Aunque solo he visto la película de Zack Snyder (el fin de semana pasado), hablo de la trama en general por la razón de que muchas de las cosas que vimos en clase están expresadas en esta historia.
Es la visión posmoderna de los super-héroes, de carne y hueso, llenos de conflictos emocionales, que tienen miedo, que se sienten solos, que son vulnerables. Es la visión del biopoder, de las guerras justas, de la formación de tribus.
Relata la posmodernidad de una manera singular, la guerra fría esta en su clímax, y es justo en este momento donde el Estado-nación es superado por la empresa, la empresa que da a la sociedad un enemigo y suspende el conflicto pero el precio es alto.
¿Quien vigila al vigilante? ¿Estamos dispuestos a pagar por una paz forzada o ya hemos saldado el precio?
Esta ley dejaba de dar soporte a los héroes combatientes de Vietnam, ya que se habían vuelto tan perversos como la sociedad misma.
Esta es la historia hipotética de Alan Moore y Dave Gibbons en el cómic de DC de nombre Whatchmen. Aunque solo he visto la película de Zack Snyder (el fin de semana pasado), hablo de la trama en general por la razón de que muchas de las cosas que vimos en clase están expresadas en esta historia.
Es la visión posmoderna de los super-héroes, de carne y hueso, llenos de conflictos emocionales, que tienen miedo, que se sienten solos, que son vulnerables. Es la visión del biopoder, de las guerras justas, de la formación de tribus.
Relata la posmodernidad de una manera singular, la guerra fría esta en su clímax, y es justo en este momento donde el Estado-nación es superado por la empresa, la empresa que da a la sociedad un enemigo y suspende el conflicto pero el precio es alto.
¿Quien vigila al vigilante? ¿Estamos dispuestos a pagar por una paz forzada o ya hemos saldado el precio?
No hay comentarios:
Publicar un comentario